Thursday, April 8, 2010

De Terroristas y Canadienses


Umar Farouk Abdulmutallab, presunto terrorista del vuelo 253, NW Airlines

“Nunca imagine que alcanzaría la fama de esta manera”, me comentaba Matt Salmon, un canadiense de veinte nueve años que llegó hace unos meses a estudiar la lengua árabe. “Ese pendejo me ha puesto en el mapa sin yo quererlo”, continuaba mordazmente mientras degustábamos de un café americano en Coffee Traders, el centro de diversión de los extranjeros en Sana’a. “Ahora pones mi nombre en Google entre comillas, y le añades la palabra terrorista, y mi nombre sale brotando como petróleo. Este país no tiene madre”, me decía con tono agridulce, sus ojos divulgando una singular mezcla de que estaba disfrutando de la fama repentina, pero sinceramente arrepentido de habérsela ganado de esta manera. Hace ocho meses, en medio de la celebración musulmana del Ramadán, Matt llegó a Sana’a con espíritu inquisitivo, ansioso por descubrir todos los secretos del Medio Oriente. Durante aquellos días, una interesante mezcla de intelectuales Yemenitas, extranjeros audaces, y sufíes furtivos, se congregaban a disfrutar de las largas noches de Ramadán en el patio de Coffee Traders, engendrando conversaciones que solo podían surgir de un grupo tan peculiar, en tal locación geográfica. Una de esas noches, conocí a Matt. Al haber llegado sin hablar una sola palabra de árabe, el grupo rápidamente lo adoptó. “En qué escuela de árabe te inscribiste?”, le preguntó Saleq aquella noche, un Cachemiro criado en Brooklyn que acababa de cumplir su sexto mes en Sana’a. “Estoy en SIAL”, le respondió Matt, sin la más mínima idea de lo que eso iba a representar unos meses después.

En agosto del 2009, un mes antes de la llegada de Matt, otro visitante se hacía paso por las puertas de inmigración del aeropuerto internacional de Sana’a. Aquel personaje, que cursaba un MBA en la Universidad de Wollongong en Dubái, había aterrizado en el país con un itinerario muy diferente al del resto de los mortales, aunque públicamente había dicho que su plan era estudiar árabe en SIAL, el mismo instituto que albergaría a Matt. “Aquella noche, mi primera en Yemen, me lo introdujeron formalmente en la recepción del instituto, y me llevaron derecho a su apartamento, el cual compartimos por alrededor de un mes”, me contaba Matt concentrado, tratando de revelarme cada detalle de su aventura con el terrorista. “Mi primera impresión de Umar fue todo lo contrario a lo que revelaron las noticias: Un tipo sumamente educado, de trato muy gentil, y de carácter tímido. Me acuerdo que iba a la mezquita a diario, y cuando nos veíamos en las escaleras, generalmente intercambiábamos saludos y seguíamos nuestro camino. Unas cuantas veces llegamos a desayunar juntos, las conversaciones generalmente comenzando por las particularidades del clima, los estudios, la belleza de Yemen, y siempre, por más que trataba de prevenirlo, la conversación concluía con Umar hablándome sobre el Islam, e invitándome a que lo acompañara a la mezquita local. Y siempre, casi siempre, se despedía repentinamente, generalmente cuando me encontraba en medio de alguna oración, diciéndome Ma’Salaama (que quedes en paz), y desapareciendo tras puertas cerradas. El 25 de diciembre, cuando lo vi retratado en todos los periódicos, presunto autor del fallido atentado del vuelo 253 de Northwest Airlines el pasado 24 de diciembre, por poco me caigo de la silla. Un variado fervor emocional comenzó a dominar mi cuerpo, comenzando por una indignación terrible, seguido de un periodo de rabia melancólica, y finalmente una tristeza incumbrable, sobre todo a sabiendas de lo que eso iba a significar para Yemen. Como ya te has dado cuenta, las víctimas reales han sido estos grandes corazones que nos rodean, y ver como sus negocios se van a la bancarrota por la falta de turistas, y presenciar como su religión se hunde mas en el pozo del temor y la ignorancia. Eso simplemente es una tragedia”, me comentaba adolorido, sus gestos disminuyendo en velocidad mientras me continuaba su historia.

“Sabes, lo único que me extrañó de Umar fue el hecho de que no se llegó a despedir. Hablé con él un día antes de su desaparición, y aquel día me dijo que se pensaba quedar en Yemen un par de meses más. Al otro día, su habitación estaba vacía”, me contaba, sus ojos perdiéndose en la estela de pensamientos que cruzaban su mente. “Lo más gracioso de todo ha sido como este incidente ha moldeado mi vida en Yemen. Una semana después del atentado, Discovery Channel me mandó un correo invitándome a Chicago, con todos los gastos pagos, a entrevistarme para un especial sobre la psicología del terrorista. Unos días después, mientras me subía al avión, un agente de la CIA se introdujo formalmente, y me dijo que su misión era escoltarme hasta mi destino final. El tipo hasta me seguía al baño, llegándome a tocar la puerta luego de dos minutos en este!”, se acordaba entre risas. “Ya para las últimas horas del vuelo, después de haberse dado cuenta de que era inofensivo, nos terminamos dando unos tragos de Whisky mientras me contaba de su entrenamiento militar”.

Aquel día, me despedí de Matt y salí a caminar por entre la estrellada noche transpirando reflexiones. Mientras pasaba por la mezquita y contemplaba a las decenas de hombres hincados orándole a Allah, a luz clara comprendí que las acciones de Umar estaban muy lejos de estar inspiradas por el Islam. Las consecuencias de esta religión en Yemen han servido para mantener al país casi totalmente exento del crimen común que abunda en nuestros países, le ha dado a sus residentes una tradición de hospitalidad insuperable, y ha servido para mantener a un país que vive sumergido en la pobreza en relativa paz, a pesar de que existen sesenta millones de armas circulando entre la población. Como me dijo Abdullah Fawzi, el imam de Hais, hace unos días atrás, “yo solo espero que algún día estos desquiciados se dejen de relacionar con el Islam cuando lleven a cabo sus macabros planes”. Definitivamente, yo estoy totalmente de acuerdo con él.

2 comments:

  1. Definitivamente!! El Islam nada de eso profesa. al contrario, surge en un momento donde las guerras tribales estaban acabando al pais. Donde muchas gente seguia a Dioses que no le aportaban nada a sus principios!!! Mahoma surge como catalizador de todo eso. Para unir esas tribus que no salian de una lucha constante, para hacerlos creer con sus revelaciones en un solo Dios.Profesaba el amor entre los hermanos y la unidad del pueblo. Las guerras solo eran permitidas en defensa propia!! Asi lo dijo el Presidente Bush cuando atacaron las torres gemelas !dentro de mi se, que estas personas no profesan, la fe del Islam!, y por eso salio en fotos con Musulmanes, visitos mezquitas etc. !!Definitivamente son personas confundidas, en sus valores y creencias!!!

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  2. Execelente Escrito!!!!!!!!!!
    Me impacto bastante e incluso llegue a sentir experimentacion del hecho. Siga asi!

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