Friday, January 15, 2010

Las Fisuras del Deseo: Dinámicas de Genero en el Reino de Saba

Así como la niebla se desnuda incógnita ocultando lo que yace en su interior, el amor en tierra Yemenita es una fuerza que se redime en privado, atestiguado únicamente por las paredes que comparten su secreto. Las mujeres caminan por las calles en universos paralelos, donde la presencia del género masculino se ha desvanecido en las fisuras de la indiferencia y en la oscuridad de la vergüenza. En público, las demostraciones amorosas son reservadas única y exclusivamente para individuos del mismo género, revelándose pintorescamente en costumbres como caminar tomado de las manos y saludarse besándose el cuello. En Hays, Yemen, el pequeño poblado donde resido, la dinámica de pareja es sumamente compleja. “¿Es cierto que si ves a tu esposa en la calle no la puedes saludar?”, le pregunto confuso a Bakheel, que acaba de escupir el Qat que cobijaba su boca desde temprano. “Pues no se debe”, me responde con la serenidad típica de los habitantes del Tihama. “Lo que complica el asunto es que al llevar el velo facial, ningún hombre de la comunidad conoce a mi esposa, y por ende, si me ven hablando con cualquier mujer, queda la duda de con quien hablaba. Imagínate, pueden hasta pensar que platicaba con sus esposas, lo que conllevaría un serio problema!, me explica humoroso, desvelando las connotaciones más sutiles de convivir con el anonimato del genero opuesto.

El sexo, aquella magnánima fuerza capaz de mover montañas, se atraganta en el recelo de los tabúes, como un volcán sellado incapaz de explotar. Los hombres solteros sueñan intensamente con la idea del matrimonio, la única manera de canalizar su voraz apetito sexual. Las mujeres, por ser víctimas de la mutilación genital, la cual se práctica hoy en día en algunas regiones de Yemen, imponen su glacial actitud frente al sagrado acto. Combinado con el temor que se les imbuye desde pequeñas, generalmente para prevenir embarazos no deseados que deshonrarían a la familia, la sociedad Yemenita se balancea entre la exasperación de la represión y el desborde de testosterona que rigen los asuntos masculinos. Es por esto que bajo las superficies de las rutinas diarias, se esconde un universo secreto regido por las frustraciones y exaltaciones de un pueblo incapaz de eyacular su hambre de deseo.

Rituales Polémicos: La ‘Circuncisión’ Femenina en Tierra Yemenita

“¿Abdullah, cuales son los efectos de la mutilación genital femenina?”, pregunto con cara de ingenuo, tratando de descubrir las razones que abalan este cruel hábito. “Como ya sabrás, aquí en el desierto del Tihama el calor es inaguantable”, comienza a explicarme Abdullah, visiblemente incómodo mientras comienza abordar el controversial tema. “Por ende, en un intento de aplacar el incontrolable deseo sexual que sienten las mujeres mientras están sujetas a estas altas temperaturas, muchos de los habitantes del Tihama prefieren que sus mujeres estén ‘circuncidadas’ para así no dudar de su fidelidad”, me explica convencido, como si estuviera recitando un libro de medicina. “¿Y a tu hija, ya la circuncidaron?”, pregunto atrevidamente, empujando al limite la confianza que hemos cultivado en los últimos meses. “Pues sí, aunque solo un pedacito”, me confiesa avergonzado.

Aproximadamente un cuarto de las mujeres Yemenitas han sido víctimas de la mutilación genital. En las zonas costeras aledañas al Mar Rojo, adonde se encuentra el pueblo que me ha resguardado por más de seis meses, casi un 90% de las mujeres están mutiladas. Varios estudios aseguran que esta costumbre no es oriunda de Yemen, y que ha sido introducida por inmigrantes provenientes de Somalia y otros países de África del Este, donde la costumbre se asienta desde hace milenios. Debido al extremo conservadurismo cultural, la práctica encontró tierra fértil en Yemen, donde se ha mezclado con algunas tradiciones ortodoxas Islámicas. Algunas de los problemas a corto plazo relacionados con la práctica incluyen hemorragias, infecciones, retención urinaria, y dolor prolongado. Otros problemas incluyen depresión y ansiedad. Muchos de los defensores de la práctica aseguran que es un elemento clave en la realización como mujer. Otros tratan desesperadamente de buscarle explicaciones teológicas, exaltando que vuelve a las mujeres más puritanas y más nobles. Aunque el gobierno Yemenita no prohíbe esta costumbre, mediante un decreto estipulado en enero del 2001, la práctica ha quedado prohibida en las clínicas y hospitales. Nueve años después, las Rayissas (mujeres que se especializan en el procedimiento) abundan en Yemen, y la práctica todavía prevalece en la cultura local.

“El Corán no menciona este fenómeno”, me explica convencido Hassan, que se casó con una mujer de la sierra, adonde se condena la práctica. “Gracias a Dios mi mujer no está ‘cortada’”, afirma vigorosamente mientras escucha a algunos quejándose de la apatía de sus esposas. “Les confieso, a mi mujer le encanta tomar la iniciativa”, anuncia orgulloso, exaltando la indiscreción que lo caracteriza mientras los demás lo miran espinosos, como si poseyera la llave de una dimensión desconocida. Mientras el grupo de hombres se sumerge enajenado en el etéreo atardecer desértico, los secretos del Reino de Saba se vuelven a ocultar bajo las sombras de la modestia. Sin duda, estaré esperando a que vuelvan a salir a flote.

4 comments:

  1. Guillel Mercado JimenezJanuary 15, 2010 at 2:11 PM

    Bueno...muy fuerte Alan.

    Si bien es cierto, las terminaciones nerviosas en el clitoris juegan un papel importante en la excitacion femenina, pero hay mas personajes: La carga hormonal por ejemplo, que dicho sea de paso siguen teniendo aun ya mutiladas. Lo cual tumba esa ridicula teoria.
    Dicha tormenta hormonal puede pasar desapercibida en las mujeres por la depresion probable luego de ser sometidas a esta vil practica.

    Por otro lado, Hassan es un montro! Me cae bien!

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  2. Estoy de acuerdo contigo Guilli, la mutilacion no elimina completamente el placer, pero si lo disminuye bastante. La queja mas comun es que luego de ser mutilada, la mujer nunca inicia el acto, y que para ser excitada, necesita de muuucho trabajo de parte del marido...

    Lo grande es que esa practica es tambien abogada por las propias mujeres locales...

    Alan

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  3. estoy sumamente imprecionada con esta cultura que tienen en ese pueblo... quede sorprendida con esa practica tan cruel hacia la mujer... waoo.. me encanto este blog asi desde RD conocemos un poco mas sobre otros paises.. muy cool el post

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  4. No tenia idea que esa practica existiese.

    Cuando te vuelva ver Guiller te preguntaré sobre el tema.

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