Thursday, January 21, 2010

Mitigando Diferencias

Cada hombre tiene su lenguaje, la verdad que lo justifica en las entrañas de la tierra. La manera en que se comunica consigo mismo, con las personas que lo rodean, y con la naturaleza que lo abarca, define como plasma su conciencia en los nervios de la amalgama vital del que todos somos parte. Como una huella en el camino, su entidad es un surco en la ola del tiempo, capaz de arropar a los demás con la misma energía en que vislumbra al universo. En cada momento, tiene el poder de dividir, o de ensamblar. Puede querer, o puede odiar. Puede temer, o puede amar. Puede fulgurar en el espejo del alma la luminiscencia que brota de su interior, o puede reflejar el miedo que albergan sus incertidumbres. Como la luz de las estrellas, puede opacarse en el tedioso resplandor de la vida cotidiana, o puede engrandecerse en las penumbras de las noches sin luna. Al estar íntimamente conectado con los seres vivos que habitan el cosmos, tiene la enorme responsabilidad de escoger la energía que mas beneficie al resto. En cada pensamiento, en cada palabra, y en cada acción, yacen un millón de posibilidades.

Enmarcando las decisiones que lo definen, sus parámetros culturales son la estructura en la cual se afincan todos los cimientos de su libre albedrío. Como espejuelos que dibujan su visión del mundo, su bagaje cultural lo adhiere al grupo que pertenece, y le sirve de punto de referencia para ubicarse dentro de las dicotomías ideológicas que fragmentan a la especie humana. Aunque se considera libre, está atado a todas las preconcepciones que le fueron inmiscuidas desde su infancia. Por ende, sus pensamientos están contenidos en el molde de sus propias creencias, y para poder romper las paredes que limitan su visión, necesita una profunda transformación que calcine sus parámetros de la realidad, y con las cenizas, restaurar su perspectiva independiente de toda influencia. Si es capaz de lograrlo, la comunión consigo mismo y con los demás se amplificará en el espectro de la aceptación.

Una de las múltiples maneras de lograr este objetivo es perdiéndose en las llamaradas de otras culturas. En esta turbulenta edad, donde civilizaciones completas han desarrollado lenguajes opuestos para poder sobrevivir en las complejidades de sus circunstancias, más que nunca es necesario trascender los contrastes que nos apartan. Es por eso que en este atardecer, mientras los últimos rayos de luz penetran este pueblo anclado en la conformidad de sus preceptos, soy un árabe más. Unas semanas atrás, mi lenguaje dentro de este grupo de hombres no era comprendido. Al no haber sido parte del proceso evolutivo que ha definido a estos hombre que mastican la tarde suspendidos en las raíces de sus pensamientos, reinventarme ha sido necesario. Mis principios culturales siguen arraigados en la esencia de mi ser, pero ya no me considero prisionero de la vagina cultural del cual fui concebido. Es por eso que esta tarde ha desvelado la razón principal por la cual el destino me ha encaminado en esta travesía: Por primera vez los rostros velados han dejado de impresionarme, ya que detrás de cada rostro oculto se esconde un hermoso corazón palpitante, capaz de manifestar la luz que enjaulan sus vestiduras. Detrás de cada hombre se esconde un imperio, dispuesto a compartir la ultima migaja de pan que le ha traído la noche, sin importarle de donde vengo ni adónde voy. Mientras el siglo XXI sigue arrastrándonos a los pies de sus despiadadas intenciones, ha llegado la hora de trascender nuestras propias verdades para poder vislumbrar las verdades universales que definirán nuestro destino. Y la única verdad es que la misma sangre corre por nuestras venas, la misma conciencia resplandece en nuestras almas, y el mismo amor está en nuestras manos. Ya solo depende de nosotros el uso que le demos.

4 comments:

  1. Me alegra leer que al fin has podido realmente aceptar esa realidad en la que estás metido... pero no te me acostumbres, te queremos aquí! Allá podrán haber mucha gente buena (de eso estoy segura), pero aquí también... aparte de que también hay muuuuucho más diversión! (Y nada de mujeres tapadas!) Vuelve pronto! Ahora te necesitamos aquí!

    Un abrazo. :)

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  2. Bueno compay yo espero que eso solo se quede en el pensamiento y que no se deje influenciar demasiado por esas creencias que hay por ahi. Lo ultimo que necesitamos los Dominicanos es una sucursal de Al Qaeda en Santo Domingo...Y te juro que si un Dominicano se mete a esa vaina y me dana el yo poder volar tranquilo a darme mis frias alla en Cotui yo mismo voy a ser el primero en acribillarlo...hehe.

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  3. No me sorprende la falta de humanidad, ni de entendimiento de los dos mensajes de arriba, esa insensibilidad y desconeccion y la usual chabacaneria del Dominicano es lo que nois tiene donde nos tiene, la conciencia no se profundiza en el contexto cultural del que somos parte.

    Adelante Alan, los seres como tu, son del mundo, no tienen limites!.

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  4. Me encantó! Pienso igual que tú...... las últimas líneas resumen uno de los dos mandamientos más importantes; AMAR AL PROJIMO COMO A TI MISMO y nadie hace caso a esto. Es tan sencillo, pero seguimos etiquetando y juzgando a todos ya sea por su cultura, su religión, estilo de vida etc... Cuando aprendemos lo que es AMAR no hay forma en que puedas fallar en la vida.

    Sigue adelante x q hay personas, como yo! que valoramos lo que escribes y que te admiramos profundamente

    Lizmer : )

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