Ha terminado el Ramadán, mes de ayuno y devoción, de largas noches y conmoción, de pueblos completos pasando hambre en nombre del Creador, de calor humano y de clamor. El Ramadán se ha consumado, ya el pueblo se ha embriagado de la idea de Dios. Mientras el último día de Ramadán se desliza silenciosamente en el vaivén de las horas, la fuerza del Islam se hace evidente en este corazón de tierra que late al ritmo de su prosa. El Corán es sin duda el eje central que moldea la geografía cultural, social, y espiritual de esta idea llamada Medio Oriente. Es por eso que la segunda pregunta de todo Yemenita es, “¿eres musulmán?”, luego de la primera, que se concreta en el “¿de dónde eres?”, probablemente para justificar la primera. Antes de llegar a Yemen, nunca imaginé que una religión podría ejercer tanta influencia en el diario acontecer de la vida de una nación. Como me dicen los devotos y no tan devotos, “es que es imposible que un ente humano haya escrito el Corán. Si pudieras entender todo lo que dice, y la manera en que cada palabra está perfectamente sintonizada con el resto, te darías cuenta que usar nuestro lenguaje de esa manera, tan sublime y perfecta, es imposible para un ser de carne y hueso”. Este impulso de piedad que ejerce el hipnótico y extraordinario libro sagrado, se ratifica de mil y un maneras: en el hecho de que el único libro que se observa leyendo es este; en que las personas oran en cada rincón en la hora de oración, incluyendo la acera y los contenes. Se expresa en la habitual utilización de la palabra “Harám!” (generalmente enunciada utilizando el signo de exclamación), que se podría traducir como pecado en nuestro idioma cristiano, o como algo indecoroso y prohibido. Se refleja en el hecho de que existen mezquitas en cada esquina, incluyendo lugares como supermercados y estaciones de policias. En fin, todas las facetas de la vida en Yemen son directamente influenciadas por el encanto de este conjunto de ideas que se encuentran incrustadas en lo más profundo del alma de esta nación. La naturaleza de la violencia es también un producto de esta vigorosa religión. El crimen común, incluyendo los homicidios, las violaciones, el consumo de drogas, los atracos, y todas las demás plagas que afectan nuestras naciones, ocurren raramente en este país. La mayoría de delitos están relacionados con el honor, como cuando dos tribus se acribillan por generaciones; por el poder, como cuando tribus secuestran extranjeros para influenciar las decisiones del gobierno (en la mayoría de secuestros las víctimas son tratadas como huéspedes, lo que explica el común síndrome de Estocolmo) ; o por la misma religión devorándose como una serpiente de dos cabezas, como cuando el gobierno bombardea los rebeldes shiitas, para exterminar aquellos que conspiran contra el régimen del país. Por eso, caminar a las cuatro de la mañana por las calles de Sana’a es un hecho que no presenta ningún problema. Explica la razón del porqué mis compañeras de trabajo se sienten seguras montándose en un taxi a cualquier hora del día, sin importarle que anden solas. Explica el hecho de porqué el cuerpo femenino se considera sagrado, y el porqué muy pocos hombre se atreven a difamar la reputación de una mujer. Cada día que pasa, me siguen sorprendiendo la cantidad de prejuicios que guardamos en Occidente sobre esta mítica tierra. Arabia es un lugar lleno de valores, que ha sido maltratada por la ignorancia de una especie que fácilmente se deja llevar por las formas. En esta última noche de Ramadán, el aliento exquisito de esta gama de hombres se despliega honrosamente frente a mí, y me apena el hecho de que solo tengamos acceso a todo lo negativo que sale de este lugar. La manera en que nos han moldeado es un hecho que constantemente me consterna: cuando vemos imágenes del holocausto judío, sentimos una grandiosa y oronda pena por todos aquellos que murieron. Cuando nos muestran imágenes de los terribles crímenes cometidos en Gaza, de alguna forma nos hacen sentir que se lo merecen. Cuando nos enseñan imágenes de los americanos ‘luchando contra del eje de la maldad’ en lugares como Iraq, liberando a la nación de las atrocidades de monstruos como Saddam, nos lo presentan como algo digno y noble. Cuando escuchamos que más de medio millón de iraquíes han muerto violentamente luego de la invasión americana, de alguna manera nos lo justifican, y como tontos, nos lo creemos. Hermanos, es hora de que nos liberemos del yugo ideológico al que estamos constantemente subyugados. Abramos los ojos y despertemos a la realidad que tristemente se concretiza frente a nosotros. Anoche miraba las noticias con un grupo de yemenitas, y presentaron imágenes de los prisioneros en Guantánamo siendo brutalmente torturados. Mientras la última noche de Ramadán llegaba a su fin, la indignación de aquellas imágenes se volcaban en mi alma, y me despedí de mis generosos huéspedes. Es hora de que cambiemos el rumbo de este siglo. Es hora de que la tolerancia, el respeto, y la compasión sean el pináculo de valores que unan esta gloriosa y diversa gama de culturas que componen nuestra tierra. La manera más importante en que podemos contribuir es cambiando nuestra actitud. Es lo único que puede prevenir otro mar de sangre como lo ha sido el inicio de nuestro nuevo siglo.
Unamonos todos este 21 de septiembre a celebrar "Paz un dia". Aqui se ha sentido esta campana en los medios de comunicacion. Es hora de que le pongamos fin al monstruo de la guerra. Un abrazo a todos!
Monday, September 21, 2009
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Me parece muy hermoso lo que estas haciendo y más porque se nota que lo haces de corazón pero no puedo evitar preguntarte, porque ir tan lejos a ayudar cuando tu pais lo necesita tanto?.
ReplyDeleteyo tambien creo que es una bonita labor, pero como dijo el usuario anterior en tu pais tambien hay muchas personas que lo necesitan y que sus vidas pueden ser mejoradas con lo que tu haces!, bueno como diria el refran aquel: CLARIDAD DE LA CALLE OSCURIDAD DE LA CASA!!, pero de todas maneras deseo que Dios ilumine tus pasos y que te regrese con bien.
ReplyDeletesi tienes tiempo mi blog es lavidaymascosas.blogspot.com a tus ordenes.
Hola Reynaldo Y Shanny,
ReplyDeleteEstas experiencias la gente no lo hace solo para 'ayudar'. Lo hacen para abrir sus mentes a otras culturas, a otros medios de vida, a otras religiones, y a otras ideas. Al final, uno acaba recibiendo muchisimo mas de lo que acaba dando, ya que las ensenanazas que uno adquiere con una experiencia como la que esta viviendo Alan no se aprenden en el patio. Y con respecto a tu frase Reynaldo, para que en la casa haya mas luz, a veces es necesario importarla.
Lei tu columna en el periodico Clave Digital este dia y me sorprende ver los pocos comentarios que hay respecto de tu blog pues aparte de interesante, da a conocer ciertos aspectos de la vida que se tiene en este pais y desde este punto creeme que tu labor humanitaria es loable. Espero que te vaya bien de todos modos cuidate porque nadie sabe. Respecto del caso de tu amigo Hasan, creo que si ella vale para el lo que le pide el cuasi suegro, esta como que medio mal pues si la quiere tanto, como hombre al fin, lograra su objetivo........ Suerte y que Allah te proteja, bendiga, guarde e ilumiune tu vida y tdoo a su alrededor.........
ReplyDeleteAtta.: Elcilia B.:
Excelente escrito!! estoy 100 % de acuerdo con el del comentario Anonimo, yo que conozco a Alan de casi toda la vida, que es como mi hrno, puedo afirmarlo, lo que dice el comentario anonimo son palabras bien sabias, este tipo de cosas que esta viviendo Alan, son privilegios que se nos dan quizas una vez en la vida, lo cual hay que aprovecharlos al maximo como lo hace Alan... Al final terminara recibiendo mas de lo que dio, ya que toda esa energia seguro que se transformara para bien... igualmente conociendo a mi hrno, se que al fin y al cabo todas esas energias vendran a nuestro pais y que al igual que alla terminara entregandose igualmente en nuestra isla que tanto nos necesita! Asi que, hermano mio, por aqui lo esperamos con los brazos abiertos y que esta vibra nunca se acabe!!
ReplyDeleteUn Abrazo de su hermano...
Sr. were!
Gracias por abrirnos la mente y sacarnos de una de las causas de los peores errores del mundo: La ignorancia.
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