Sunday, November 8, 2009

De Guerras y Dioses

Dios: Eterno océano que convive profundamente en la conciencia de la especie humana. Eco luminoso que surge de las entrañas de la astronomía espiritual de nuestra raza. En Yemen, Allah lo penetra todo. La brutalidad del imperdonable paisaje hace obligatoria la necesidad de un Dios fuerte e imperioso. Como si la geografía hubiera moldeado la idea de Dios de una manera tan exacta que ya nadie es capaz de cuestionar su naturaleza.

Vamos rumbo a Saa’da, eje central de la guerra civil Yemenita. Nos espera un campo de refugiados que alberga más de quinientas familias, la mayoría víctimas inocentes que han sido despojados de todo lo que consideramos importante en nuestras vidas. Más de una docena de paradas militares demoran nuestro viaje. Parece como si cada kilometro tenemos que volver a repetir la misma cantaleta para convencer al adolescente con la AK-47 que vamos a proveerles necesidades básicas a los refugiados. El carácter del entorno, enormes montañas de piedra imbuidas con monótonos valles de arena, revelan la orfandad existencial que ya vamos sintiendo.

Las tres de la tarde se ha materializado en este pequeño pueblo del cual se vislumbra Haradh, una ciudad improvisada con casas de tela que alberga más de dos mil almas desamparadas. Es la tercera vez en el día de hoy que escuchamos el llamado a la oración, mientras el Imam nos recuerda que nuestros cuerpos pronto volverán a ser polvo, y que por esto la necesidad de hacer las paces con Dios es primordial. Un mensaje sumamente adaptado a las circunstancias locales.

Luego de seis horas interminables de viaje, llegamos al campo de refugiados. Haradh es un crepúsculo de alientos que alberga la misma esperanza de todos aquellos que han sido víctimas de la irracionalidad de la guerra: que algún día termine. Hombres y niños cavan agujeros en la tierra, intentando desesperadamente de alejar la materia fecal de sus ‘viviendas’. Estos son los mártires vivientes de una guerra ignorada por un planeta que no es capaz de diferenciar la victima del victimario.

La guerra de Sa’adah comenzó en Junio del 2004. El conflicto se debate entre el gobierno Yemenita y la tribu Houthi, grupo perteneciente a la minoría de Shiitas en Yemen. Luego de acusar al gobierno de discriminación, los rebeldes Houthis han desbalanceando un país que ya camina en la cuerda floja de la anarquía. Supuestamente Irán esta proveyéndoles el armamento militar, acción que está destruyendo las relaciones Iraníes-Yemenitas. Miles de personas han muerto en un conflicto desconocido por el resto del mundo, y el gobierno hace todo lo posible para prevenir que información concreta llegue a los medios de comunicación. Es por eso que el equipo televisivo dominicano va a tener un acompañante del gobierno en todo momento, para aplacar cualquier impulso de cubrir la guerra.

Mientras tanto, las victimas de Haradh siguen allí, esperando el final de una guerra interminable en este purgatorio terráqueo. Allí, Allah esta más presente que nunca. En estos momentos los planetas de la astronomía espiritual de los pobladores de Haradh están completamente alineados apuntando al cielo: es lo único que tienen.

No comments:

Post a Comment